101 EVALUACIÓN DE TAMIZAJE PARA EL RIESGO SUICIDA Una forma de hacer frente a los retos actuales y venideros ha sido diseñar protocolos de atención enfocados a identificar y atender casos de riesgo suicida (Villacrés, 2021). Para ello, se requieren herramientas orientadoras para saber cómo actuar ante la sospecha de conducta suicida; en este sentido, es muy importante contar con personal capacitado e instrumentos de tamizaje que permitan evaluar cuál es la mejor ruta de atención o derivación. La apuesta es sensibilizar a la población y socializar la información; esto incluye facilitar instrumentos de tamizaje a profesionales que tengan contacto con una gran cantidad de personas (docentes, personal directivo y administrativo, trabajadores de la salud, etc.) y que cuenten con herramientas empíricas para confirmar o descartar la presencia de conductas relacionadas con el suicidio. Los instrumentos de tamizaje son necesarios tanto para profesionales de psicología y psiquiatría como para personal no especializado en salud mental, pues cuanto más sensibilizados y capacitados estén, mejor elegirán las herramientas a su alcance y les será más sencillo contener o prevenir un posible intento suicida.Asimismo, las redes de apoyo para detectar conductas de riesgo deben incluir a personal diverso, ya sea de escuelas, centros de trabajo o de la comunidad. Esto es clave, pues permitiría reaccionar de acuerdo con las necesidades propias del contexto y del caso particular. Otra manera de fortalecer cualquier estrategia de sensibilización sobre el suicidio es reaccionar de acuerdo a las características de las poblaciones en un determinado contexto social. Por ejemplo, se considera que los grupos etarios de la adolescencia y juventud son los que presentan mayor riesgo suicida (Cañon y Carmona, 2018); sin embargo, existen otras variables, otros fenómenos o características que tienen la capacidad de aumentar la posibilidad de que surja algún factor de riesgo. Se ha documentado que algunas poblaciones son más vulnerables porque sus contextos sociales son poco incluyentes y pueden llegar a ser sumamente violentos; por ejemplo, la población lgbtttiqa* (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, travestis, transgénero, intersexuales, queer, asexuales y más), los migrantes (Böttcher y Garay, 2021) y las mujeres que padecen violencia de género (Tremoleda et al., 2019).También es importante tener una mirada interseccional que considere la raza, la clase y el género, para ubicar a aquellas personas que, por cuestiones de violencias e injusticias sociales, pueden desarrollar ideaciones suicidas. En consonancia con lo anterior, en este capítulo se describirán algunos instrumentos de tamizaje cuyo objetivo es detectar el riesgo suicida con
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