Estrés postraumático causado por sismos Bases teóricas 122 en eficacia, excepto en evitación conductual, donde la exposición en vivo fue superior. La exposición por imaginería y en vivo ha sido mejor que el entrenamiento en relajación (Marks et al., 1998) y que la DRMO (Bryant, Moulds, & Nixon, 2003). Protocolo de intervención El programa de intervención consiste en 12 sesiones, dos veces por semana, de 90 minutos. La integridad del tratamiento sigue las directrices del manual del terapeuta para el tratamiento de TEPT (Foa, Keane, & Friedman, 2000; Rothbaum, Difede, & Rizzo, 2008) validado en población mexicana por De la Rosa y Cárdenas (2012). Los componentes de tratamiento por sesión son: Sesión 1. Componente educativo. El(la) terapeuta revisa con el participante las reacciones, síntomas, emociones y comportamientos usuales que despiertan las experiencias traumáticas. Sesión 2. Entrenamiento en respiración. Se presenta con el propósito de desarrollar una habilidad útil y práctica para reducir la tensión generalizada y la ansiedad que interfieren con el funcionamiento cotidiano. Sesiones 3 a 10-12. El tratamiento se centra en la exposición prolongada por imaginería o por realidad virtual, con el propósito que el participante rememore, visualice y recapitule el evento traumático en voz alta. De manera simultánea, se emplea la técnica de exposición en vivo con la finalidad de que el participante enfrente directamente lugares o situaciones temidas. En cada sesión se graban los relatos del participante y, posteriormente, se le enseña a escuchar la grabación como tarea. En la última sesión se realiza un repaso de lo aprendido durante el tratamiento, incitándolo a continuar con la práctica terapéutica.
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