Estrés postraumático causado por sismos Bases teóricas 116 apoyo empírico para el tratamiento de los síntomas de TEPT, su utilización se considera benéfica como un componente adicional a otros tratamientos (Chambless & Ollendick, 2001). Terapia cognitiva La terapia cognitiva (TC) desarrollada por Beck (1976) se basa en el supuesto de que la interpretación del suceso, más que el estresor provocador, determina los estados emocionales y pensamientos desadaptativos que conducen a reacciones psicológicas inadecuadas. Es así que la TC pretende identificar las cogniciones desadaptativas y cambiarlas por pensamientos adaptados a la realidad. Si bien de forma consistente se ha mencionado la importancia de los aspectos cognitivos en la respuesta al trauma (Foa & Riggs, 1993), la investigación es escasa, lo que puede deberse a que las teorías del procesamiento de la información del TEPT parten del supuesto de que la exposición prolongada hace posible la reestructuración cognitiva, ya que durante la exposición, la persona aprende que las creencias basadas en el miedo no tienen un contexto de realidad (Echeburúa, Corral y Amor, 2004; Foa, Riggs, Massie, & Yarczower, 1995). En cuanto a la reestructuración cognitiva, Marks et al. (1998) encontraron que tanto esta técnica (sin exposición) como la exposición prolongada (por imaginación y en vivo) y una combinación de ambas fueron más eficaces que un entrenamiento en relajación, pero sin diferencias entre ellas. Asimismo, Tarrier y Humphreys (2000) tampoco encontraron diferencias entre la exposición prolongada por imaginación y la reestructuración cognitiva centrada en las creencias sobre el significado del evento traumático; sin embargo, en un estudio posterior (Tarrier, Liversidge, & Gregg, 2006), concluyeron que cuando se excluye a los pacientes que no habían respondido al tratamiento, la mayoría pertenecientes al grupo de exposición, debido a no tolerar el enfrentarse con el recuerdo traumático, los resultados
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