Los adolescentes y jóvenes son una población que se enfrenta a situaciones que ponen en riesgo su salud sexual y reproductiva, especialmente cuando ejercen su sexualidad desde edades tempranas, tienen múltiples parejas sexuales o tienen relaciones sexuales sin protección (Gutiérrez et al., 2012; Hernández, Villalobos, & Rauda, 2006; Pulido et al., 2013; Quiroz, Atienzo, Campero y Suárez-López, 2014; Robles, Frías, Moreno, Rodríguez y Barroso, 2011; Teva, Bermúdez, & Buela-Casal, 2009). Tales prácticas sexuales dan como resultado una potencial vulnerabilidad a infecciones de transmisión sexual (ITS), a embarazos no deseados y, como consecuencia de estos últimos, al aborto. En México, del total de casos de VIH registrados hasta diciembre del 2018 (203,312), el 12.4% (25,118) corresponde a jóvenes entre los 15 y 24 años de edad (Centro 4 Promoción de la Salud Sexual y Reproductiva Silvia Susana Robles Montijo1 Nélida Padilla Gámez2 1 Coordinadora de la estrategia de Promoción de la Salud Sexual y Reproductiva del CAOPE, y del Grupo de Investigación en Psicología y Salud Sexual de la Unidad de Investigación Interdisciplinaria en Ciencias de la Salud y la Educación (UIICSE), FES Iztacala, UNAM. 2 Coordinadora de la estrategia de Promoción de la Salud Sexual y Reproductiva del CAOPE, e integrante del Grupo de Investigación en Psicología y Salud Sexual, UIICSE, FES Iztacala, UNAM.
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