22 Centro de apoyo y orientación para estudiantes CAOPE interacción. De forma específica, se sostiene que el comportamiento del docente media el comportamiento del estudiante en su relación con las tareas, los aparatos, los hechos teóricos, los eventos y las personas, a partir de un criterio por lograr, para lo cual emplea diversas estrategias. Ese comportamiento didáctico del docente tiene como finalidad que el comportamiento del estudiante se ajuste a los criterios que se imponen en cada situación académica que enfrenta, tales criterios son de diversa complejidad, se corresponden con los criterios disciplinarios y los programas curriculares formalizados (León, Morales, Silva y Carpio, 2011). Esta variación en el tipo de criterios, de interacciones y formas de cumplir con los criterios guarda correspondencia con la variedad de circunstancias y requerimientos sociales de diversa índole, ante las que el estudiante tendrá que desempeñarse de manera efectiva y variada sin la presencia docente (Carpio e Irigoyen, 2005). Por ende, del enfrentamiento a las diversas situaciones problema definidas por un criterio, surge la definición de habilidad y competencia. La habilidad supone que un individuo despliega formas de comportamiento que cumplen con el criterio, por lo que desempeño exitoso y habilidad son prácticamente sinónimos, y se identifican siempre a posteriori, cuando se cubre la demanda. Mientras que cuando un individuo despliega un comportamiento exitoso en situaciones nuevas o diferentes a las que inicialmente aprendió a cumplir demandas, entonces se predica una tendencia a la efectividad, denominada competencia (Carpio, Canales, Morales, Arroyo y Silva, 2007). En síntesis, las competencias de estudio representan la capacidad estudiantil para resolver situaciones problema, primero didácticas, posteriormente, profesionales. Para la promoción de tales competencias en el nivel superior se han reconocido áreas que comprenden actividades académicas comunes en las distintas carreras que se imparten en la FESI, las cuales son: lectoras, escritoras y orales, pero que se peculiarizan en función de la comunidad disciplinaria particular (Médico Cirujano, Enfermería, Psicología, etc.) (Morales, Alemán, Canales, Arroyo y Carpio, 2013). Igualmente, es importante señalar que las interacciones didácticas no se restringen únicamente a espacios áulicos, trascienden los espacios cotidianos en los que se desenvuelve el estudiante, y son justamente estas segundas las que se recuperan para promover la autonomía del desempeño estudiantil respecto del desempeño docente. En
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